Las falacias

El término falacia signific "Engaño, fraude o mentira", según el Diccionario de la lengua española (de la Real Academia Española). Relacionados con este sustantivo existen el adjetivo falaz y el adverbio falazmente. Los tres términos hacen alusión al engaño, a la mentira (falaz es antónimo de veraz).

Aunque sea involuntariamente, los hablantes empleamos numerosas falacias cuando queremos convencer de algo a otras personas. Es decir: manipulamos la realidad para dirigir la atención del interlocutor hacia donde nos interesa.

En el contexto de los textos argumentativos, una falacia es un razonamiento que aparenta ser correcto pero que, en realidad, no lo es. Intenta ser persuasivo y puede llegar a convencer, pero el razonamiento que emplea falacias es engañoso o erróneo (a pesar de ser engañoso o falaz, no tiene por qué haber intención de engañar y eso lo diferencia del sofisma, en el que sí existe esta intención de engaño).

¿Son efectivas las falacias?

Como todo engaño, una falacia puede ser desmontada por un interlocutor preparado. Es decir: si basas tu argumentación en el empleo de falacias, puedes perder la disputa dialéctica. Por tanto, no es recomendable usar falacias en una argumentación.

A continuación se expone una relación de las falacias más importantes.

Hay que aclarar que algunas falacias son el resultado de una utilización errónea de los argumentos estudiados previamente.

Esta falacia consiste en manipular las palabras del interlocutor para convertir sus argumentos en argumentos ridículos, exagerados y débiles (como un espantapájaros, que se parece a un hombre pero, por ser de paja, es débil y deformado).

Una vez que los argumentos del oponente se han manipulado, entonces se refutan. Pero, claro, si utilizas esta falacia no estarás refutando verdaderamente a tu oponente sino al "argumento" que tú mismo has creado.

Cómo se crea la falacia del hombre de paja

Existen varios recursos, entre los cuales destacamos:

• Parafrasear lo dicho por el adversario (modificando, exagerando o ridiculizando su postura).
• Sacar citas textuales de su contexto (para que pierdan el sentido que tienen realmente).
• Hacer interpretaciones o deducciones erróneas de lo expresado por el oponente (y darlas por válidas, como si eso fuera lo que el oponente ha dicho en realidad).

Esta falacia también se conoce como argumento de autoridad. Consiste en defender una tesis recurriendo al prestigio de alguna autoridad, sin aportar argumentos. La autoridad puede ser una persona concreta, pero también puede ser la mayoría (falacia ex populo), la televisión, las costumbres populares, etc. ¿Quiere eso decir que, cuando se emplea una falacia ad verecundiam la tesis o las conclusiones son necesariamente falsas? No, la tesis y las conclusiones pueden ser correctas; lo que es incorrecto es el razonamiento lógico empleado para llegar a ellas. Veamos un ejemplo:

La Tierra gira alrededor del sol; y eso es verdad porque me lo ha dicho mi abuelo.

Explicación de la falacia: La tesis es correcta (la Tierra gira alrededor del Sol); pero el argumento que sí confirmaría la tesis no es lo que ha dicho mi abuelo, sino las conclusiones a las que ha llegado la ciencia.