3.2. Manto

Capa intermedia entre el núcleo y la corteza. Se extiende desde la discontinuidad de Gutenberg hasta la de Mohorovicic, que la separa de la corteza. Representa el 83% del volumen del globo y el 65% de su masa aproximadamente. La densidad de los materiales del manto oscila entre 3.3 gr/cm3 en sus zonas más superficiales, hasta 5.6 en las más profundas. La discontinuidad de Repetti (1000 km) lo divide en dos partes, Manto superior e inferior.

En la actualidad se admite una naturaleza peridotítica para el manto. La discontinuidad de Mohorovicic representaría por tanto un cambio composicional del tipo básico-ultrabásico (basalto-peridotita).

Posiblemente las variaciones en la velocidad, que las ondas sísmicas sufren, al atravesar el manto se deban a variaciones físicas más que químicas: el empaquetamiento de los átomos debe hacerse más estrecho al aumentar la presión. Cada cambio estructural aumenta la rigidez de la roca, y con ella la velocidad de las ondas sísmicas.

La zona de transición o "canal de baja velocidad" que separa manto superior de inferior, se interpreta como una zona parcialmente fundida (del 1 a 3%) en donde las ondas disminuyen su velocidad.

En la parte basal del manto inferior, justo por encima del límite manto-núcleo, parece existir una zona de 200 a 400 km de espesor, denominada nivel "D", muy activa, donde se forman plumas convectivas que dan origen a los puntos calientes. Además, parece intervenir en el ligero balanceo del eje de rotación terrestre y del campo geomagnético.


Visión térmica del manto. Las dos columnas centrales corresponden con ascenso de material caliente (plumas convectivas)

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