El profesorado y la innovación

Innovar es cambiar algo en tu forma de trabajar que repercuta en una mejora de resultados sin aumentar el esfuerzo. Alternativamente puede ser un cambio que, manteniendo los resultados disminuya el esfuerzo necesario. O sea, que la innovación y la mejora de la eficiencia van de la mano, vienen a ser casi lo mismo.

Por supuesto que lo anterior se aplica al aula.

Si introduzco, por ejemplo, una semana para hacer un proyecto de investigación y eso repercute en alguno de los indicadores de mejora, por ejemplo, mayor interés de alumnos que no lo mostraban, estoy innovando.

¿Qué hacen los profesores/as innovadores?

Piensa en cuando estudiabas la ESO o el bachillerato. ¿Hubo algún profesor o profesora que te marcara? ¿Alguien que hiciera que contemplaras el conocimiento de forma nueva y deseable? Si lo hubo, apuesto a que era un profesor o profesora innovador.

Nos interesa conocer qué innovaciones de calidad «sufriste» como alumno/a. si no e importa colaborar, te rogamos que nos respondas a este breve cuestionario.

¿Cómo innovar en la educación?

Es ya un lugar común decir que si entraras en una clase actual, no notarías prácticamente diferencia con lo que había hace cincuenta años. Salvo el lentísimo proceso de introducción de un ordenador y una pantalla de proyección que al final suele haber en casi todas las aulas, poco más debe de haber cambiado.

Hace bastantes años existían ayudas a proyectos de innovación educativa. Un profesor/a o un grupo de ellos, presentaba un proyecto y recibía un ayuda económica para bibliografía, materiales o lo que necesitaran. Los miembros de Investea tenemos muchas de estas ayudas en nuestro currículum.

Desde entonces la innovación educativa, prácticamente, no se contempla como un proceso de «abajo a arriba» en el sistema educativo. En su lugar, las diferentes administraciones se justifican a sí mismas lanzando proyectos de «arriba a abajo». ¿Es una opción acertada?, creemos que no.

La resistencia al cambio es un objeto clásico de estudio en cualquier organización. En una organización como el sistema educativo donde los padres o tutores tienen cada vez más poder, donde las directivas han pasado a ser «sujetos mandantes» en vez de organizadores, donde las inspecciones y consejerías cada día exigen más burocracia, es evidente que hay demasiados actores que tienen capacidad de dificultar, sino impedir, la innovación de «abajo a arriba».

Desde cambiar radicalmente el programa, hacer salidas del centro, actividades no estrictamente curriculares, hasta cambios sutiles como contar historias, lo que ahora se llama Storytelling, las innovaciones educativas siempre han venido de la mano de un sector de profesorado inquieto que siempre ha querido ir un poco más allá y al que, casi siempre y cada vez más, se le han cortado las alas con montones de razones estúpidas.

¿Han aportado algo los sexenios a la innovación educativa?

Creemos que los sexenios y las horas de formación certificada, salvo para conseguir un aumento de sueldo que debería haber ido a las retribuciones fundamentales en vez de a complementos, poco han aportado a la innovación educativa. En cierto modo son un regalo envenenado.

Que la formación en servicio del profesorado es necesaria, parece de una lógica aplastante. Que esa formación sea reglada y dirigida de «arriba a abajo» no lo parece tanto. ¿Están mejor formados los profesores y profesoras actuales que los de hace treinta años, por decir una cifra coincidente aproximadamente con la implantación de los sexenios? Creemos sinceramente que no.

Peor todavía es que las horas de formación se han convertido demasiadas veces en un «premio» por razones que no tienen nada que ver con la formación del profesorado. Por ejemplo por apuntarte a un proyecto de centro en el que no vas a tener que hacer nada pero el director/a quiere que salga adelante, o por dar clase en el bilingüe, o por participar en un examen de la administración, o por cualquier otra cosa que se les ocurra a los que mandan.

En un pasado ya muy remoto, no existía el reconocimiento a las actividades de formación de profesorado. Es cierto que un porcentaje elevado de profesores/as nunca participaba en las actividades que programan los ICEs de las Universidades, las Escuelas de Verano, etc. Creemos que los profesores que participaban en estas actividades por puro interés de aprender, mejoraban su formación mucho más que los que ahora sólo buscan «horas de formación».

Así que en Investea nos hemos propuesto programar formación del profesorado libre, sin certificado del MEFP. Vamos poniendo cursos en nuestra aula virtual para que los interesados e interesadas en aprender, puedan matricularse en ellos cuando les venga bien y sin plazos.

Actualmente ya tenemos un curso de «Creación de Vídeos Educativos» y otro de «Crear Cuaderno del Profesor con Hoja de Cálculo». Puedes acceder a la información en la Web de Investea

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