Hasta hace poco tiempo, Excel era sinónimo de hoja de cálculo. Todavía hay mucha gente que no conoce más hojas de cálculo que la de Excel.
Y lo gordo es que, al igual que ocurre con todos los productos de Microsoft, Excel ni es la mejor, ni la más fácil, ni la más barata. De hecho, una parte significativa de las instalaciones de Microsoft Office (Word, Excel, PowerPoint…) son «piratas». Además Excel ha cambiado tantas veces de versión, que casi ni se parecen unas a otras.
Hace ya mucho tiempo que apareció OpenOffice, una alternativa gratuita y de calidad semejante, además de compatible con cualquier versión de Excel, vamos que abre hojas de Excel y se pueden guardar como si fueran de Excel, aunque tiene su propia extensión. Compatibilidad que no se puede asegurar en el mismo Excel, donde las hojas modernas con extensión .xlsx no pueden ser leídas con las versiones antiguas que utilizan la extensión xls. Y es que, no nos engañemos, Excel va dirigido a un mundo profesional, donde se compran las nuevas versiones y punto. El caso es que OpenOffice se ha ido abriendo un hueco, poco a poco, en el sistema educativo, donde los presupuestos para software suelen brillar por su ausencia (y los de para hardware…). OpenOffice y su secuela LibreOffice, son sólidas, gratuitas, fáciles y siempre puedes tener la última versión ¿alguien necesita más?
Por si fuera poco, el gigante Google, con su filosofía de acapararlo todo y, casi todo de forma gratuita, no todo, ojo, hace tiempo que puso en funcionamiento su propia hoja de cálculo. Esta hoja se caracteriza por funcionar en la Web, de manera que no tenemos que instalar nada en nuestro ordenador, pero tendremos que tener siempre conexión a Internet ¿quién no la tiene?. Así nos evitamos un paso, cada vez más frecuente, que es de subir nuestras hojas de cálculo a Dropbox o similar para poder utilizarlas en casa y en el centro indistintamente. La hoja de cálculo de Google, ¿cómo no?, también se puede exportar a Excel descargándolas como tales en nuestro ordenador y, al contrario, puede abrir hojas de Excel.
En resumen, que las opciones son cada vez más fáciles y lo que es más interesante, más compatibles y, lo que interesa, ya no hay disculpa para que un profesor no conozca su manejo y las utilice para calcular sus notas y elaborar sus informes de evaluación. ¡El futuro nos atropella!
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