Ya hemos comentado que hacer un curso para un aula virtual es un trabajo «de chinos», como se decía antiguamente. Tanto o más laborioso que un libro de texto.
Dar una clase explicando un tema es una tarea muy fácil para un profesor entrenado que se apoye en unos apuntes o un libros de texto y esa es la principal razón de que el modelo de enseñanza tradicional perdure desde hace siglos.
Pero preparar un curso virtual exige que el contenido, las explicaciones, las actividades, etc. sean traslados al aula virtual de alguna manera. Las posibilidades son inmensas (vídeos, simulaciones, textos, etc.), pero el esfuerzo para llevarlas a cabo puede ser ímprobo.
Así que el paso a lo virtual de todos los materiales didácticos, que hemos anunciado como inevitable en anteriores posts, llegará por varias vías: la primera la de las empresas editoriales que contratan a sus profesionales, al igual que han hecho hasta ahora con los autores de libros es una de ellas. La segunda es que, como en todo lo que tiene que ver con el mundo virtual, hay sitio para autores individuales y, por supuesto, para profesores abnegados. A estos dos últimos colectivos es a los que se dirige este post.
Tres modelos de cursos virtuales
Vamos a considerar tres modelos a los que denominaremos:
- Modelo MOOC: vídeos, vídeos, vídeos….
- Modelo Secundaria: cuestionarios, cuestionarios…, recursos gráficos
- Modelo Mixto: vídeos, recursos, pero también cuestionarios
1.- El modelo MOOC, lo denominamos así porque es el que está siendo utilizado en ése tipo de cursos, recordemos que MOOC significa «Masive on line open course», o sea, «Curso on line, abierto y masivo». El modelo se caracteriza porque:
- El profesor presenta vídeos explicando la lección como si estuviera, o a veces estando, en clase, con su pizarra, proyector y demás.
- Como recursos didácticos complementarios se añaden algunos breves cuestionarios y tareas que, ojo al dato, no las corrige el profesor sino que se corrigen por otros alumnos.
Ni que decir tiene que es un modelo que se limita a trasladar el sistema presencial tradicional al ciberespacio, sin más cambios metodológicos. Esto lo hace, a nuestro entender, sólo apto para alumnos de una cierta edad, yo diría que universitarios como mínimo y además muy motivados. Está comprobado que un elevadísimo porcentaje de participantes, abandona sin terminar los cursos, pero es que consiguen matriculaciones de decenas de miles de alumnos…
2.- El modelo «Secundaria«, sería una adaptación a la idiosincrasia de este tipo de alumnado, para el que no sirve el modelo anterior, ya que este alumnado se caracteriza, aunque nos pese, porque un porcentaje significativo del cual tiene por costumbre no atender a las explicaciones en clase, por lo que menos va a hacerlo cuando se le «emplumen» las mismas otra vez, pero ahora en vídeo…
Nuestra experiencia es que este tipo de alumnos:
- Sí ve vídeos, con lo cual Youtube y similares se han de convertir en proveedores de contenidos.
- Raramente lee los textos ni aunque sean solamente de unas cuantas líneas.
- Le encanta lo gráfico, aunque tienda a no analizarlo.
- Todo lo que sea interactividad le engancha.
Por lo tanto, el modelo ha de integrar vídeos, imágenes, juegos, simulaciones, etc. con cuestionarios y actividades que les obliguen a reflexionar sobre lo que están viendo, evitando la observación pasiva a la que son tan proclives.
Flujos de trabajo
El modelo MOOC tiene un flujo muy sencillo:
- Grabar las clases del profesor, bien en directo, en una clase real, o bien en un escenario elegido para la situación. Evidentemente cuanto mejor se quiera hacer esto, más se complica la situación, ya que se pueden utilizar capturadores de pantalla, cromas (fondos verdes que se sustituyen por paisajes, al editar, para que parezca que el personaje está en otro sitio, como en la imagen de debajo), etc. Al final este paso puede ser muy sencillo o extremadamente complicado.
- Insertar los vídeos en el curso, como lecciones y añadir algunas cuestiones de corrección automática tras cada uno de ellos.
- Incluir un trabajo a realizar y un sistema de corrección «por pares», cada alumno evalúa el trabajo de otros dos o tres alumnos.
El modelo Secundaria tendría un flujo mucho más prolijo:
Partiendo de la base de que ya tenemos el contenido «base» elaborado, bien en forma de libro de texto, apuntes, etc. nuestro objetivo será transformarlo en un curso adecuado para el «modelo secundaria».
Haremos:
- Elaboramos preguntas de tipo respuesta corta, opción múltiples, emparejando, verdadero/ falso, etc. de manera que quede desmenuzado el contenido.
- Estas preguntas las subimos al «banco de preguntas» del curso, por categorías. Obviamente, en el banco de preguntas hemos creado previamente un sistema de categorías. Es muy importante que cada categoría tenga no muchas preguntas. Así si descubrimos errores, serán fáciles de arreglar.
- Si disponemos del archivo de preguntas de una categoría, lo importamos para hacer con él una «lección» que el alumno trabajará paso a paso. Si no, lo creamos y lo importamos.
- Ahora cada pregunta de los cuestionarios es un «paso» en la lección. Editamos el contenido de ése paso, dotándole de texto, imágenes, vídeos, etc. Para ello podemos utilizar el contenido previamente elaborado y es necesario disponer de recursos o buscarlos en Internet.
- Después de la lección, ponemos un cuestionario de evaluación usando las preguntas.
El modelo Mixto podría ser algo así:
- Buscamos recursos: vídeos, textos, etc. y los ponemos como recursos.
- Partiendo del contenido del curso, elaboramos una serie de preguntas clave, no demasiadas para que no sea demasiado laborioso.
- Las subimos al banco de preguntas por categorías, igual que en el caso anterior
- Cada cierto numero de recursos de los citados anteriormente, ponemos un pequeño cuestionario para certificar el avance.
- Podemos poner alguna tarea a realizar por parte del alumno.
¿Con cuál te quedas? (Si no te gusta ninguno, puedes proponer el tuyo..)