Historia

El nacionalismo es uno de los fenómenos mas complejos de explicar desde un punto de vista social e histórico. A pesar de que algunos intentan trazar sus orígenes hasta tiempos remotos, como la Edad Media o los pueblos prerromanos, a día de hoy hay consenso entre los expertos en que las naciones modernas no se pueden constituir sin la existencia de la imprenta, la cual permite estandarizar los distintos dialectos similares entre ellos en una sola "lengua nacional".

Aparte de este factor indispensable para el desarrollo de la conciencia nacional, también podemos considerar a los movimientos nacionalistas como un subproducto de la modernidad capitalista e industrial. En una época en la que los antiguos lazos sociales se atenúan o desaparecen (la aldea, la iglesia, la dependencia feudal), la nación es un sustituto enormemente potente capaz de movilizar a las masas en la nueva era de la política democrática, creando nuevas "Comunidades imaginadas", en palabras de Benedict Anderson.

Los movimientos nacionalistas suelen atravesar tres fases de desarrollo, que Eric Hobsbawm llama A, B Y C. La fase A comienza con una reivindicación de la lengua y la cultura tradicional, y no tiene implicaciones políticas directas. La fase se desarrolla en el momento en el que existe una minoría activista que aboga  por el nacionalismo de un determinado lugar a nivel político, normalmente reivindicando la creación de un Estado basado en el principio de nacionalidad. Por ultimo, en la fase C, el movimiento nacional llega a una mayoría de la población, o como mínimo a un segmento importante, pudiendo legislar y organizar el estado a fin de hacerlo acorde a sus ideas nacionales y lingüísticas.